viernes, 11 de septiembre de 2020

Jacques Lacan: "QUIZÁS EN VINCENNES..." Publicado en enero de 1975 en Ornicar?

 (Este texto forma parte de "Otros escritos", Editorial Paidós, 2012. Constituía la apertura del Nro 1 de Ornicar?, boletín periódico del "Champ freudien", enero de 1975, pp. 3-5; el texto indicaba bajo el título (puesto por la Redacción) : "Proposition de Lacan" . )


Quizás en Vincennes se agregarán las enseñanzas que Freud formu­ló como aquellas en las que el analista debía apoyarse para reforzar lo que posee de su propio análisis: es decir, para saber, no tanto aquello para lo cual ha servido, sino aquello de lo cual se ha servido.

Ningún argumento aquí sobre lo que yo enseño al respecto. Incluso aquellos que lo obvian están forzados a tenerlo en cuenta.

Ahora de lo que se trata es no solo de ayudar al analista con las ciencias que se propagan según la modalidad universitaria, sino de que esas ciencias encuentren en su experiencia la ocasión de renovarse:

Lingüística - Que se sabe es aquí la principal. Que un Jakobson justi­fique tales posiciones mías no me basta como analista.

Que la lingüística se dé por campo lo que yo denomino la lengua para soportar en ella al inconsciente procede allí con un purismo que toma formas variadas, justamente por ser formal. O sea, por excluir del lenguaje no solo "el origen", dicen sus fundadores, sino también lo que yo llamaré aquí su naturaleza.

Está excluido que cualquier psicología lo logre. Está demostrado.

Pero el lenguaje engancha con algo admisible a título de una vida cualquiera, esta es la pregunta que no vendría nada mal despertar en los lingüistas.

Esto, en los términos que se sostienen de mi "imaginario" y de mi "real": mediante los cuales se distinguen dos lugares de la vida, que la ciencia hasta hoy separa estrictamente.

He planteado en toda su extensión que el lenguaje hace nudo con esos lugares, lo que no resuelve nada de su vida propia, eventual, salvo que él lleva más bien la muerte.

¿De qué puede decirse que es homólogo su parasitismo? El metalenguaje de ese decir basta para rechazarlo. Únicamente un método que se funda en un límite prefigurado tiene la suerte de responder de una manera completamente diferente. Indico aquí la convergencia: 1) de la gramática: en tanto ella hace del sentido una cantinela, lo que se me permitirá traducir diciendo que ellahace sombra de la presa del sentido; 2) del equívoco: con el que acabo justamente de jugar,2 cuando reconozco en él el abordaje elegido del inconsciente para reducir su síntoma (cf. mi topología): el de contrade­cir el sentido.

Dicho de otro modo, hacer del sentido otro al lenguaje. Es lo que otros signos testimonian por doquier. Es un comienzo (o sea, lo que San Juan dice del lenguaje).

Insisto en designar como verdadera una lingüística que tome la lengua más "seriamente", profiriendo el ejemplo en el estudio de J. C.Milner sobre los nombres de calidad (cf. Argumente linguistiques, ed.Mame).

Lógica- No menos interesante.

A condición de que sea destacada como ciencia de lo real por permi­tir el acceso a ella del modo de lo imposible.

Es lo que se encuentra en la lógica matemática.

¿Puedo indicar aquí que la antítesis de lo racional con lo irracional ha sido siempre tomada de otra parte que del lenguaje? Lo que deja en suspenso la identificación de la razón con el logos, sin embargo clásica.

Si se recuerda que Hegel la identificaba con lo real, quizás haya razón en decir que es porque la lógica se lanza allí.

Topología - Entiendo matemática, y sin que el análisis pueda aún en nada (a mi criterio) doblegarla.

El nudo, la trenza, la fibra, las conexiones, la compacidad: todas las formas en las que el espacio hace falla o acumulación están allí para proveerle al analista aquello de lo que carece, o sea, otro apoyo que el metafórico, a los fines de sustentar en él la metonimia.

El analista "medio", es decir, el que no se autoriza sino por su extra­vío, encontrará allí su bien a su medida, o sea, lo redoblará: a la buena de Dios.

Antifilosofia - Con todo gusto intitularía así la investigación de lo que el discurso universitario debe a su suposición "educativa".

No es la historia de las ideas, tan triste ella, la que la llevará a cabo. Una recopilación paciente de la imbecilidad que lo caracteriza per­mitirá, así lo espero, ponerla de relieve en su raíz indestructible, en su sueño eterno.

 Del cual no hay sino un despertar particular.

Notas

1. Traducción de Graciela Esperanza. Revisión de Graciela Esperanza y GuyTrabas

.2. Es plausible que el equívoco al que Lacan se refiere sea la inversión que realizó de la expresión francesa lácher (abandonner) la proie pour l'ombre,literal­mente: "abandonar la presa por la sombra", y que significa desdeñar una ven­taja cierta por una vana ilusión. Lacan, en este texto, la invierte en /aire ombre dela proie("hacer sombra de la presa"). [N. de laT.]