jueves, 23 de abril de 2020

30 de Marzo de 1974 - A la Escuela Freudiana, Conferencia en Milán - Jacques Lacan



Conferencia en el Centro cultural francés el 30 de marzo de 1974, seguida de una serie de preguntas preparadas con anterioridad, en vistas de esta discusión, y fechadas el 25 de marzo de 1974- Publicada en la obra bilingüe: Lacan in Italia 1953-1978. Lacan en Italia, Milan, La Salamandra, 1978, pp.104-147-


Contemporánea del seminario 21, “Les non-dupes errent “, esta conferencia es muy interesante para cotejar con las versiones circulantes acerca de un “ultimísimo Lacan materialista”. Aquí, hace algunas aclaraciones sobre su utilización del neologismo “lalengua”, insiste sobre la idea del inconsciente como un saber, y la materialidad….del significante.



La  versión en español es autoría de  Marcos Esnal, Graciela Leguizamón y María del Carmen Melegatti, con la revisión de  Raquel Capurro. (Marzo 2015)- *Para la fabricación de esta versión bilingüe se tomó como texto fuente en francés: Pas-tout Lacan, www.ecole-lacanienne.net.

Versión bilingüe en la página de la École lacanienne de psychanalyse: http://ecole-lacanienne.net/wp-content/uploads/2016/04/30-03-1974.pdf 





(…)Ha habido batallas –no es muy francés, hay que decirlo– ha habido batallas que Lacan ha “combatido”, (en francés no decimos nunca “combatir una batalla”: se “libra” una batalla. Pero no es algo importante. No veo porqué no se diría que Lacan ha combatido batallas, aunque no se combaten batallas, una batalla, se combate con un adversario... etc.). Entonces, en efecto combatí ciertas cosas... combatí ciertas cosas en el pensamiento de los analistas.(…)

La idea de que el analista tiene un aliado –porque es así, es de ahí que partió la idea del yo autónomo– un aliado en el yo de cada uno, y que ese yo es autónomo, es algo que no se les pudo ocurrir sino a personas cuyo objetivo confeso era explotar ese terreno, es decir, que tenían que vérselas con hombres que sufrían de algo (…)

La idea de explotar eso palmeándoles la espalda diciéndoles: “Pero lo que hay que hacer es liberar su yo autónomo, liberarlo de todo eso de lo que él sufre de manera evidente y no tiene caso que continúe sufriéndolo tanto, pero ya que usted tiene un yo autónomo... usted está con nosotros de corazón”. Es muy raro, es un ejemplo de lo que no es tan novedoso, ¿no? Durante siglos se ha conseguido fascinar a mucha gente con lo que llamo la fe... es decir, desplazarlos... digamos la palabra: embaucarlos.(…)

Como por otro lado pienso que los analistas, en suma, llegan a su lugar... con esto no quiero decir para nada que tienen la antorcha de la esperanza... están condicionados como todos los hombres, llamados a una función, y a una función que puede cumplir con eso de lo que se trata, a saber, si no podemos saber cosas que en la ocasión servirían... servirían a esos seres hablantes... les servirían y les permitirían acomodarse a las consecuencias de su saber: es cierto que para eso es necesario saber un poco más sobre eso. Y que, ciertamente, lo que hay que saber más, no es la existencia del yo autónomo.

(…)Trato de decir lo mínimo que resulta de esta experiencia, de la experiencia del analista. ¿Por qué propongo esto bajo la forma del nudo? El nudo, en el sentido en que hay cosas que se sostienen juntas y que tienen un comportamiento muy especial, el nudo de tres registros o categorías que son el real, el imaginario y el simbólico. Es lo que me surgió a mí de esta manera, después de un cierto tiempo de experiencia analítica. Entonces, los asocié intercalando comas entre cada uno: el imaginario, el simbólico, y el real. No los invito en absoluto a creer en eso; están invitados a intentar servirse de eso(…)

(…)Cuando hablo del simbólico, se trata de la lengua. Para ustedes la lengua... –que escribo en un solo término: digo lalangua, porque quiere decir lalala, la lalación, a saber, es un hecho que desde muy temprano el ser humano hace lalaciones, no hay más que ver a un bebé, escucharlo, poco a poco hay una persona, la madre, que es exactamente la misma cosa que lalangua, además es alguien encarnado quien le trasmite lalangua... ...entonces, para ustedes lalangua es la lengua italiana, para mí, se trata de la lengua francesa –porque es la que me enseñó la madre que era la mía... y me parece difícil no ver que la práctica analítica pasa por ahí, porque todo lo que se demanda a la persona que va a confiarse a ustedes, no es otra cosa: es hablar.

(…)Además esto: como no sé qué es la vida, se los señalé recién, tampoco sé qué es lo vivido. Sé bien que se ha acordado, en alguna filosofía, mucha importancia a lo vivido, pero yo no soy filósofo, soy practicante y lo que sé es que un sueño se descifra, se interpreta, pero únicamente a partir del momento en el que el analizante lo habla.



Lo que es fabuloso es que... es el hecho de que ese vehículo que siempre ha sido, en sí mismo, un enigma, si se lo habla, entonces allí descubre que se lo puede interpretar.



A saber, que es precisamente a nivel del hecho de que es hablado, que nos damos cuenta de que encubre lo que no aparecía para nada en su vivido, que encubre un saber y que es eso lo que Freud designó con el nombre de inconsciente.



A saber, que es diciendo ciertas cosas, entre las que hay sueños, entre las que hay actos fallidos, entre las que hay chistes, que se dice más de lo que se sabe.(…)


(…)quizá se encuentre eso en todas las bocas en veinte años, será una nueva epidemia... todo el mundo será lacaniano, es decir, tan tonto como antes ¿no? No será porque digan las cosas que digo, que eso hará más inteligente, porque intelligere es saber leer las cosas a nivel de lo que se escucha, a nivel de lo que se dice, a nivel de los hechos, porque no hay otro hecho que lo que se dice: eso es saber leer. Cuando todo el mundo repita lo que digo y eso no avance en nada, eso querrá decir que se ha encontrado... un nuevo río para seguir su corriente.(…)

Una cosa como la que digo hoy... no sé por qué, por otra parte, no sé por qué nadie me mata. Eso me llegará, un día... sí.

(…)“El significante...”: si no se sabe lo que es el significante después de que hablé durante tanto tiempo de eso, no hay esperanza. Pero... no veo por qué no recomenzaría, en fin.





Palabras clave: Jacques Lacan - Conferencia - Milán - 1974

lunes, 20 de abril de 2020

Introducción a la lectura de Lacan - 2) De psiquiatra a psicoanalista


El 13 de abril de 1901 nace en París Jacques Marie Ëmile Lacan, en el marco de una familia de la mediana burguesía católica, dedicada al comercio del vinagre y la mostaza.

Fue el mayor de cuatro hijos: Raymond, nacido en 1902, (falleció a los dos años de edad víctima de una hepatitis) ; Madelaine Marie , nacida en 1903 y Marc Marie, en 1908 ( que más tarde tomará el nombre de Marc Francois y será monje benedictino ).

En su adolescencia Lacan asistió al prestigioso colegio Stanislas en el que fue un alumno destacado especialmente para los deberes de instrucción religiosa y las versiones latinas.

De aquella época se destaca el dato de que  en 1915 descubrió la obra de Spinoza y fue tal el impacto de esa lectura, que en la pared de su cuarto colgó dibujos que representaban el plan de la Ética.

Ya entrando a la edad adulta  comenzó a frecuentar una famosa librería en la que se realizaban lecturas públicas y se reunían escritores  célebres como André Gide o  Paul Claudel. También se vinculó con André Bretón y se interesó en el primer surrealismo.  Allí por ejemplo asistió a la lectura pública del Ulises de James Joyce, a lo que hará referencia en el marco del seminario 23, EL sinthome, del año 1975-76.

Inició la carrera de medicina, especializándose en psiquiatría y  entre 1927 y 1931 estudió la clínica de las enfermedades mentales en el Hospital  Sainte- Anne. Si bien durante su formación médica  frecuentó a Henri Ey y George Dumas, reconoció como su gran maestro en psiquiatría a Gaëtan de Clérambault.



En esa época, la lectura de las obras de Henri Delacroix (quien fuera maestro de filosofía de Sartre) lo condujo a descubrir el Curso de lingüística general de Ferdinand de Saussure publicado en Ginebra en 1915.

En 1930 entró en conocimiento de un texto de Salvador Dalí sobre la paranoia, lo que le permitió iniciar  un camino en ruptura con la doctrina constitucional y adentrarse en la captación del lenguaje para el terreno de las psicosis. Dalí estaba presentando, dentro del movimiento surrealista, su método paranoico crítico por el cual la paranoia era considerada una interpretación delirante de la realidad y por lo tanto un fenómeno de tipo pseudo-alucinatorio. Lacan quedó tan interesado en la doctrina de Dalí que le pidió una cita al pintor para escucharlo personalmente.

Mientras tanto leía a Freud y comenzaba en 1931, poco a poco, a efectuar una síntesis de la clínica psiquiátrica, la teoría freudiana y el segundo surrealismo, en particular, las tesis de Dalí.

Apoyado  en un gran conocimiento de la filosofía de Spinoza, Nietzsche ( a quien leyó en alemán )y Hüsserl, emprendió la escritura de su tesis : De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad, del año 1932.

Se trata del llamado Caso Aimée, que es como lo nombra Lacan  (Marguerite Pantaine, de 38 años de edad,  era su verdadero nombre) , valiéndose del nombre de la protagonista de una de las novelas que escribía esta paciente. Conoce a Aimée en el Hospital de Sainte-Anne, a donde había sido conducida luego de un episodio que consistió en un intento de asesinato perpetrado sobre una actriz famosa en ese período. Este intento de Aimée es un intento frustrado, sólo logra herirle la mano con un cuchillo. Aimée es entonces encarcelada y luego enviada al Hospital de Sainte-Anne.


En el año  1932 también iniciaba un análisis con Rudolph Lowenstein, considerado uno de los mejores psicoanalistas didácticos de la Societé Psychanalytique de París .

Entretanto, Lacan decide  enviarle la tesis a Freud pero en enero de 1933 recibe una distante y no esperada respuesta : “Gracias por el envío de su tesis”.

En esos años tan fructíferos para lo que luego sería el desarrollo de su propio paradigma en psicoanálisis, comenzó a frecuentar a Alexandre Koyré, Georges Bataille y Alexandre Kojeve,  lo que le permitió iniciarse al mismo tiempo en la lectura de  Hegel y Heidegger, autores cuya influencia será decisiva en los textos que producirá en los años 50.

Cada vez más alejado del medio psiquiátrico , en 1936 Lacan preparaba la intervención sobre “El estadio del espejo” que presentaría en el congreso de Marienbad organizado por la IPA, y que de algún modo constituyó el primer quiebre con sello propio  respecto del mundo médico del que provenía.

De ese escrito fundante nos ocuparemos en la próxima entrada.

(Los datos biográficos están extraídos del excelente libro de Elizabeth Roudinesco “Lacan, esbozo de una vida, historia de un sistema de pensamiento”, editado por Fondo de Cultura Económica.)  
 
 


Palabras clave: Jacques Lacan - nacimiento - psiquiatra - Hospital Sainte-Anne - André Bretón - Salvador Dalí - Henri Ey -