viernes, 11 de febrero de 2022

"El malentendido", Jacques Lacan, Seminario 27 "Disolución", sesión del 10 de junio de 1980

 Esta sesión fue publicada  en francés en Ornicar? N° 22/23, Lyre, París, 1981, pp. 11-14, y es la inmediatamente anterior al viaje de Lacan a Caracas.

La encuentran en francés en la página de la Ecole Lacanienne de Psychanalyse, en la sección Biblioteca : https://ecole-lacanienne.net/es/bibliolacan/seminaires-version-j-l-et-non-j-l-2/ 

El audio en mp3 , está disponible en el sitio de Patrick Valas : http://www.valas.fr/IMG/mp3/04-dissolution_10juin80.mp3 


La versión castellana corresponde a la traducción de Rodríguez Ponte:


No quise dejarlos sin volver con lo mío —una vez más.
No sólo porque me dije que les debía una despedida, por haberme asistido este año, asistiendo a este seminario donde no me anduve con miramientos.
Hay además otra razón para la despedida: y es que me les voy, así no más, a Venezuela.
 

Esos latinoamericanos, como dicen, que nunca me han visto, a diferencia de los que están aquí, ni escuchado de viva voz, pues bien, eso no les impide ser lacanos.
Parece que más bien ayuda. Me transmití allá por lo escrito, y dicen que eché raíces. En todo caso, eso creen.
De seguro, es el porvenir. Y por eso, ir a ver, me interesa.
Me interesa ver qué pasa cuando mi persona no hace de pantalla a lo que enseño. Es muy posible que le sea de provecho mi matema.
Quién dice que si me gusta me quedo allá, en Venezuela? Ven por qué quería despedirme.
 

No se imaginan la cantidad de gente a la que eso embroma que me asome por allá, y que haya convocado a mis lacanoamericanos. Embroma a quienes se habían ocupado tanto de representarme que basta con que me presente para que no den pie con bola.
Voy, pues, a instruirme allá, pero evidentemente voy a volver.
Voy a volver porque mi práctica está aquí —y este seminario, que no es de mi práctica, pero que la complementa.
 

Este seminario, más que llevarlo yo, me sujeta él.
Me sujeta por la costumbre? Seguro que no, puesto que es por el malentendido. Y está lejos de acabar, precisamente porque, el malentendido ese, no me acostumbro.
Soy un traumatizado del malentendido. Y como no hago a él, me canso de disolverlo. Y con lo mismo, lo alimento. Eso se llama el seminario perpetuo.
No digo que el verbo sea creador. Digo algo muy distinto porque mi práctica lo trae consigo: digo que el verbo es inconsciente —o sea, malentendido.
Si creen que de él puede revelarse todo, pues, ahí se caen: todo no puede. Eso quiere decir que una parte no se revelará nunca.
De eso precisamente alardea la religión. Y es lo que da su amparo a la Revelación que se prevale para explotarlo.
 

En cuanto al psicoanálisis, su proeza, es explotar el malentendido por el malentendido. Teniendo, al cabo, una revelación que es de fantasma.
Fue lo que les pasó Freud. Qué filón, hay que decirlo, Ustedes todos, qué son, si no malentendidos?
El fulano Otto Rank se acercó a eso hablando del trauma del nacimiento. Trauma, no hy otro: el hombre nace malentendido.
Ya que me interrogan sobre lo que llaman el estatuto del cuerpo, a eso voy, para recalcar que sólo se agarra de eso.
El cuerpo no hace aparición en lo real sino como malentendido.
Seamos aquí radicales: vuestro cuerpo es el fruto de un linaje, y buena parte de vuestras desgracias se deben a que ya nadaba éste en el malentendido tanto como podía.
Nadaba simplemente por la sencilla razón de que serhablaba a cual mejorr.
Eso es lo que les transmitió "dándoles vida", como dicen. Eso heredan. Y ello explica vuestro mal estar en su pellejo, cuando es el caso.
El malentendido ya es de antes. En tanto que ya antes del hermoso legado, forman parte o más bien, dan parte del farfullar de vuestros ascendientes.
No se necesita que farfullen ustedes. Desde antes, lo que los sostiene por concepto de inconsciente, o sea, del malentendido, echa raíces allí.
No hay otro trauma de nacimiento que nacer como deseado. Deseado, o no —de lo mismo da igual, ya que es por el serhabla.
 

El serhabla en cuestión se reparte, por lo general, en dos hablantes. Dos hablantes que no hablan la misma lengua. Dos que no se escuchan hablar. Dos que no se entienden, sin más. Dos que se conjuran para la reproducción, pero de un malentendido cabal, que vuestro cuerpo hará pasar con la dicha reproducción.
Admito que el lenguaje puede servir para una comunicación sensata. No digo que sea el caso de este seminario. Por la sencilla razón de que la comunicación sensata es el diálogo, y que por el lado del diálogo no me tienen muy consentido.
Agrego que no tengo por un diálogo a la comunicación científica, puesto que no es sensata, cosa que le aprovecha.
El diálogo es escaso. En lo que hace a la producción de un cuerpo nuevo de hablante, es tan escaso que está ausente de hecho. No en principio, pero el principio no se inscribe sino en lo simbólico.
Es el caso del llamado principio de la familia, por ejemplo.
Sin duda, esto ha sido presentido desde siempre. Lo suficiente como para que se haya tenido al inconsciente por el saber de Dios.
Lo que, sin embargo, distingue al saber llamado inconsciente del saber de Dios, es que éste suponía el de nuestro bien.
Y esto no se puede sostener. De allí la pregunta que hice, cree Dios en Dios?
Como suele ser cuando hago una pregunta, es una pregunta respuesta.
Ya está.
 

 

Me han señalado que mi seminario de este año no llevaba título. Es verdad. De inmediato van a ver por qué. El título es: Disolución!
Evidentemente, no se los podía decir en Noviembre, porque mi efecto se hubiera malogrado. Vale decir que es un significante que los ha atrapado. Logré interesarlos con tanto éxito, que ya no queda sino para eso.
Alguien me está amonestando porque no me esfuerzo lo suficiente para su gusto. Se lo puedo permitir porque no viene a mi casa. Es lo contrario: tiene la bondad de recibirme en su casa cuando no estoy en otra parte.
Entonces, por fuerza, lo escucho. Quiere un ritmo más sostenido, y estoy muy de acuerdo. De ello cuidaré —después del verano.
La Causa Freudiana está empezando a existir por sí sola, por el hecho que la invocan, lo cual dice que ya se hacen propaganda con ella. Ahora basta con qué? —con un correo, un pequeño boletín que haga enlace. Eric Laurent tendrá a bien dedicarse a que eso exista, y a que los nuevos carteles, abundan, se den a conocer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario