martes, 7 de febrero de 2023

Jacques Lacan, "Intervención en Baltimore- 18 de octubre de 1966" (Traducción de Paola Gutkowski y Pablo Peusner.)

 En octubre de 1966, en la ciudad de Baltimore (Maryland – USA) se realizó en el Centro de Humanidades John Hopkins el Simposio Internacional sobre “Los lenguajes críticos y las ciencias del hombre”. Entre el 18 y 22 de Octubre, se dieron cita intelectuales de todo el mundo, dando el puntapié inicial a un programa de seminarios y coloquios que se extendería por un período de dos años.
En 1970 The John Hopkins Press, publicó las actas del Simposio con el título de “The Languages of Criticism and the Sciences of Man: The structuralist controversy” bajo la dirección de R. Macksey y E. Donato.

Aquí se encontrará una intervención en la que Lacan explica con un ejemplo su concepción del sujeto, que no es "ni intra,ni extra ni intersubjetiva"

 Intervención de Jacques Lacan sobre la exposición de
L. Goldmann "Estructura: Realidad humana y Concepto Metodológico"

18 de octubre de 1966 

(Traducción de Paola Gutkowski y Pablo Peusner, link original: http://elpsicoanalistalector.blogspot.com/2007/08/textos-inditos-de-lacan-en-espaol.html )



El Sr. Goldmann acaba de mostrar cuán difícil será para mí comunicarles mañana lo que, justo esta mañana, con la amable ayuda de mi traductor, he comenzado a poner en una forma adecuada para esta reunión. El Sr. Goldmann es bien conocido por ustedes por haber enseñado aquí durante varios meses. Mi contribución será menos familiar. He tratado de preparar algo que representará el primer corte de mi pensamiento.
Como este proyecto es algo sobre lo que he venido trabajando hace quince años, comprenderán que mi exposición de mañana no podrá ser exhaustiva. Sin embargo, a fin de facilitar mi tarea y para preparar vuestras orejas, me gustaría decir ésto: Algunas palabras concernientes al sujeto. Pienso que ellas son necesarias desde que ayer introduje el término y desde que el mismo Sr. Derrida aquí presente me preguntó ayer en la cena, "¿Por qué llama usted sujeto a ésto, esto inconsciente? ¿Qué tiene que ver el sujeto con ésto?". En todo caso, no hay nada que hacer con aquéllo de lo que el Sr. Goldmann habló como siendo el sujeto. Es naturalmente solo una cuestión de terminología, y el Sr. Goldmann puede utilizar el término sujeto para decir aquello que quiera. Pero, aquello que yo querría acentuar es lo que caracteriza al sujeto del Sr. Goldmann (que es muy próximo a la definición clásica) la función de unidad, de unidad unificante. Su sujeto es el sujeto del conocimiento, el sostén (falso o no) de todo un mundo de objetos. Y el Sr. Goldmann lleva esta función de unidad hacia otros campos que ése del conocimiento, por ejemplo hacia la esfera de la acción, cuando llama a John y James cargando una mesa un solo sujeto, en la medida en que ellos están unidos por esa acción común.
Pero lo que me empuja a hablar es que justo vengo de tener esta experiencia. No moví yo mismo (a pesar que mi nombre es "James" [Jacques]) una mesa junto a John, pero no lo hice sólo por razones personales de fatiga y no porque me hayan faltado ganas de moverla, como lo verán ustedes. Lo que ha sucedido fue algo diferente.
Me encontraba en un hotel local cuyo nombre no mencionaré (conocido por todos ustedes) y quería colocar una mesa, que se encontraba contra una pared, delante de la ventana, a fin de trabajar para esta reunión. A la derecha de la ventana se encontraba una cómoda que me lo impedía. Tomé el teléfono y pedí que alguien viniera a ayudarme. Entonces, llegó un personaje muy digno, de cabellos blancos portando sobre su uniforme este título (que no tenía aún ninguna significación precisa para mí, aunque las cosas hayan cambiado a partir de entonces) "Bellman". No le presté ninguna atención a ese nombre, que debe querer decir "hombre bello". Le dije al "Bellman" en mi inglés (imperfecto, como lo verán mañana, pero suficiente para formular un pedido) que quería poner la mesa cerca de la ventana y la cómoda en el lugar de la mesa. Aquellos de ustedes, aquí presentes, que pertenecen a la comunidad americana no se sorprenderán del simple gesto que obtuve en respuesta, "Mire. Soy el Bellman. ¿Por quién me toma usted?. Ese es el trabajo del ama de llaves". Respondí "Eso no importa. Todo lo que quiero es que se haga el trabajo. Si usted es tan amable avísele al ama de llaves, para que no se haga demasiado tarde". Debo decir que en un tiempo excepcionalmente corto para este hotel se presentó el ama de llaves y obtuve la ayuda de dos negros(incluso sin esperar demasiado, desde el momento en que pude explicarme acerca del asunto de mis deseos). Ellos llegaron y prestando muy poca atención a mi pedido (parecían incluso estar escuchando otra cosa), hicieron aquello que yo les pedí. Lo hicieron, diría, casi perfectamente, porque quedaron unas pocas imperfecciones pequeñas en el trabajo, pero tan precisas que ellas no pudieron haber sido involuntarias.
Ahora, ¿dónde está el sujeto de esta pequeña historia? A primera vista (aunque ustedes van a ver rápidamente por qué no me detengo en eso) el sujeto es evidentemente yo mismo, en la medida en que me encontraba queriendo durante toda la situación, porque el punto importante de la historia no es evidentemente el hecho que soy yo quien dio la orden y, finalmente, obtuvo satisfacción, sino más bien el modo en que fallé al no preguntar, en primer término, por la persona adecuada para la jerarquía reinante en el hotel, y obtener su servicio sin demora. De todos modos eso me ha dado la oportunidad de puntualizar la diferencia entre sujeto y subjetividad. Habría sido seguramente el sujeto si eso hubiese sido solamente una cuestión de esta falta. Yo soy la subjetividad, en tanto y en cuanto, innegablemente, he manifestado una cierta impaciencia en todo este asunto.
Por el otro lado, eso que me parece ser el sujeto es realmente algo que no es ni intra ni extra ni intersubjetiva. El sujeto de este asunto me parece (y no lo tomen a mal; lo digo sin la menor intención despreciativa, pero plenamente consciente del peso de lo que voy a proponer): ¿Qué suerte de sujeto caracteriza un estilo de sociedad en la cual, todos están teóricamente tan listos a ayudarte como la pregunta "¿Puedo ayudarlo?" implica?. Es la pregunta que su vecino de asiento le formula inmediatamente cuando usted aborda un avión -un avión americano, por supuesto, con un vecino de asiento americano. La última vez que viajé de París a Nueva York, estaba muy cansado por razones personales, y mi vecino de asiento, me ha, literalmente, puesto la comida en la boca durante todo el viaje como una mamá gallina. ¡Él tomaba pedazos de carne de su propio plato y los deslizaba entre mis labios!. ¿Cuál es la naturaleza de este sujeto que está basado sobre ese primer principio, y que, por el contrario imposibilita obtener la ayuda?. Tal es, entonces mi pregunta, y creo, habiendo relatado mi historia, que es aquí, al nivel de este intervalo -que no encaja en la intra ni extra ni intersubjetividad- que la pregunta del sujeto debe ser situada.

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